¿Puede AMLO convertir a México en Venezuela?

Ya es algo que he señalado, Andrés Manuel López Obrador no puede convertir a México en Venezuela por varias razones:

- Aunque lleve de 40 a 50% en las encuestas, no tiene un apoyo popular masivo, más si contamos indecisos y abstencionistas, Hugo Chávez ganó sus elecciones con un respaldo de 56% (1998), 60% (2000), 63% (2006) y 55% (2012) y sus referéndums llegaron a tener el 88% de aprobación (1999). Y desde las “elecciones” de 1988, ningún presidente electo ha tenido más del 50% de los votos en México.

- Aunque es probable que AMLO tenga mayoría en el Senado, no será así en la Cámara de Diputados, Chávez llegó a tener un parlamento con el 100% de curules a su favor (elecciones parlamentarias de 2005), necesario para hacer y deshacer leyes a su antojo.

- Hugo Chávez fue militar (teniente coronel, 1990), lo que le garantizó el respaldo de una parte del ejército de su país y le ayudó a soportar un golpe de estado (2002). AMLO no es popular entre los militares gracias a sus críticas a la guerra contra el narco de Calderón.

- Y sobre todo, Chávez basó su gobierno y sus políticas paternalistas en la bonanza creada por la burbuja de los precios del petróleo (hasta 147 dólares en julio de 2008) misma época en que México resentía la "crisis que vino de fuera" por el estallido de la burbuja inmobiliaria de los EE.UU. Al no alinearse con las políticas de la OPEP, los países árabes bajaron artificialmente el precio del petróleo, una de las principales causas de la crisis en el gobierno de Nicolás Maduro.

¿Tráfico de influencias, malversación del erario, políticas clientelares, allegados de dudosa calidad moral, pactos por debajo de la mesa, manipulación, ansia  de poder? Sí, como el resto de los weyes que están metidos en política. Es muy difícil que México se convierta en Venezuela, al menos, mientras no se desconozcan acuerdos adquiridos con el Banco Mundial y el FMI (de donde proceden las reformas estructurales), lo que hasta cierto punto blinda la economía mexicana para no volver a caer en una crisis como la del 94 (de ahí que la “estabilidad” entre 2000 y 2012 tampoco sea tanta responsabilidad del PAN, así como las notas estables que brindan las calificadoras a México), claro, esto a costa de deuda.

Claro, AMLO puede trazar su propio camino de crisis y perpetración del poder de forma muy independiente a lo visto en Venezuela, pero esto se puede refrenar siendo críticos y no cayendo en absurdos de argumentos ad hominem (“es viejo”, “no sabe hablar”) y repitiendo lugares comunes (“chairo”, “pejezombie”), algo tristemente común en los duelos entre sus partidarios y opositores a ultranza, discusiones sin sentido que sólo alimentan el distanciamiento de los indecisos.